lunes, junio 06, 2016

Violet y Finch


Violet y Finch
Jennifer Niven
2016
Editorial Destino
400 páginas

Una historia que te llega de una manera muy profunda... y se queda en tu corazón para siempre.” GoodreadsViolet está rota. Finch está roto. ¿Pueden dos mitades rotas reconstruirse? Esta es la historia de una chica que aprende a vivir de un chico que pretende morir; de dos jóvenes que se encuentran y dejan de contar los días para empezar a vivirlos.




MI LECTURA
El mundo nos rompe a todos,
mas después, algunos se vuelven fuertes
en los lugares rotos.


No sabía si hacer o no una reseña de este libro porque me impactó mucho y no sé cómo contarlo. Al final decidí que la haría como una forma de ordenar los sentimientos así cómo los aspectos que aún me dan vuelta en la cabeza. Las partes con spoilers estarán advertidas bajo un título aparte.
Creo que el impacto que me produjo la lectura fue mayor porque me esperaba una historia de amor adolescente y me hallé ante algo totalmente distinto. La obra es catalogada como novela juvenil y hasta como “children book”. Esto también me desorientó al leer ya que me parece un libro sobre todo para adultos por su manera de desarrollar el tema.
         El título en inglés es más poético que la traducción en español que me resultó un título simplón. Me gusta mucho más: “All the bright places”, algo así como “Todos los lugares brillantes”. Además, tiene más relación con lo que cuenta la obra.


All the bright places
La imagen es un wallpaper que pertenece a The social Potato (The social potato)

La novela relata la historia de dos jóvenes estudiantes del último año escolar y a un paso de la elección de la universidad. Cada uno transita una marginalidad: Theodore Finch es el “friki” de la escuela y Violet es quien ha perdido a su hermana. Los dos son rechazados por ser, de alguna manera, sufrientes o anormales. Pensaba, mientras leía, qué solos que están los marginados por esta sociedad. Este impacto, además, debe de ser terrible en la adolescencia.  Pero Finch sabe de rechazos porque siempre ha sido así. Violet es nueva en esto ya que ella es la típica popular con un novio popular y un grupo de amigos igualmente populares que meten bulling a chicos friki como Finch.
         El personaje de Theodore irá a mi lista de personajes que me acompañarán siempre. Tiene una personalidad fuera lo común, compleja, excéntrica y dotado de una sensibilidad poco habitual. Amé sus actividades: pegar papelitos en las paredes con palabras, su pasión por conocer detalles de lugares cercanos, su manera de conectar con la gente. 

Joshua Anthony Brand like Theodore Finch
Joshua Anthony Brand también para mí es el perfecto Theodore Finch como opinan en algunos sitios


Y está Finch el cabrón, Finch el pijo y otras versiones más de Finch. Aún así, siempre es Finch el friki. A pesar de demostrar una inteligencia por arriba de la media, una sensibilidad superior, eso no cuenta para sus compañeros de clase y conocidos. ¿No es la extrema lucidez la que nos rompe?

 «¿Es hoy un buen día para morir?» Es lo que me pregunto por la mañana al despertarme. En clase, a tercera hora, cuando intento mantener los ojos abiertos mientras el señor Schroeder sigue soltando su rollo. En la mesa, a la hora de la cena, mientras engullo las judías verdes. De noche, mientras permanezco en vela en la cama porque mi cerebro no se desconecta por culpa de todo lo que tiene que pensar. «¿Es hoy el día?» «Y si no es hoy, ¿cuándo?»


Me enganché desde la primera hoja. La escena inicial es fantástica. No puedo decir mucho porque lo más interesante es cómo la autora va narrando una historia que son varias historias. No sólo trata sobre el amor, sino también sobre el coraje, de cómo la familia moldea a los sujetos, de lo incierto del futuro y de la desesperanza, del dolor y el sufrimiento.
         La novela está narrada desde dos miradas. Por un lado nos metemos en la mente de Finch quien narra ciertos sucesos que luego son continuados en el tiempo por Violet, también siguiendo la voz de su personaje. Todo lo veremos a través de ellos dos: el sistema educativo, el mundo donde viven, el sufrimiento, la relación con los padres.


El futuro es incierto, aunque eso puede que sea positivo.


Como cuestión curiosa, la revista virtual que Violet estaba proyectando existe y la podés leer en  Germ magazine

         El personaje de Violet me pareció insufrible. Es la típica chica popular que solo se fija en el friki cuando le conviene y cuando a ella la llaman friki porque perdió a su hermana y está triste. No me gustó para nada. En la parte con spoilers de más abajo me explayo más.


CONCLUSIÓN
Violet y Finch es una historia para leer en un momento de fortaleza. No la recomiendo como una lectura pasajera de colectivo o de fin de semana en la playa. Ahora me resta leer Las olas de Virigina Wolf, un texto que se cita bastante en el libro y que tengo pendiente.

Y ahora otras cuestiones, quizás las más interesantes de discutir, donde discuto sobre el final.




ALERTA DE SPOILER MASIVO HASTA EL FINAL DEL POST. ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE MI LECTURA Y CIERTAS CRÍTICAS HACIA EL EGOÍSMO COTIDIANO    

Qué manera de llorar. Un libro sobre una guerra lo puedo manejar porque las injusticias me indignan pero una historia de amor donde uno de ellos se suicida me desarmó. La terminé de leer a las dos de la madrugada con lluvia y en mi soledad de siempre. Ese ambiente acompañó más la tristeza de ese muchacho a quien nadie tenía en cuenta y que termina por suicidarse. Llegando al final me repetía, no puede ser, ahora la autora gira la trama y resulta que era otro. No puede ser. No puede ser. Además, la protagonista, Violet, había sufrido la muerte de la hermana. Me decía que la autora, por dios, hacernos sufrir así. Luego al final, cuando leí qué la llevó a escribir la historia su experiencia personal de haber sobrevivido el suicidio de varias personas de su entorno, entendí que escribir esta historia fue su catarsis.  Podría haber matado a un personaje secundario y haber salvado a Theodore. Cuando cerrás la última página, te resta un mensaje desesperanzador de que si querés suicidarte no hay nada que te retenga, ni el amor y dale, matate que total la vida apesta.
         Pensaba un final alternativo para sobrellevar el dolor que me producía leer. Si quería contar sobre el suicidio, hubiera contado la misma historia hasta que él se va de su casa y ella sigue el rastro gracias a un mapa que él le deja. Luego, lo encuentra pero él no se atrevió porque el amor de ella lo sostuvo o, versión menos azucarada,  porque Amanda se suicidó y pudo leer a través de mensajes por el celular el dolor que le causó y ella ya hizo que suicidarse fuera trillado y él quiere ser original. Hubiera contado lo mismo pero hubiera dejado una puerta a la esperanza.
         Otra cuestión que me movilizó fue la soledad de quienes son catalogados de “anormales”. La falsedad de este sistema que te muestra los prejuicios y cómo los profesionales terminan observando una patología ambulante y haciendo preguntas estereotipadas de manual. Los adultos son idiotas, entes egoístas e incapaces de guiar a los jóvenes. En este sentido, los personajes se me achataron y se volvieron bastante acartonados. Está narrado desde la óptica de los dos jóvenes pero podría haber incorporado algún acto que nos permitiera vislumbrar, al menos entre líneas, que no es así como ella los quiso construir. Los adultos también están rotos. Todos están rotos. Es una sociedad de entes rotos, es una sociedad patologizada. Como novela para adulto es una cosa pero para novela juvenil y libro para niños, es otra.

Me llevo la imagen de la muerte de Theodore, y lo lamento, pero es lo que más me pegó. Esa soledad que sufría de ser incomprendido y no ser amado. Salvo por Violet quien llegó tarde o nunca llegó. Pienso que antes de que ella no sufriera la muerte de su hermana, era una de las populares y que Finch era invisible o era el “friki” del cual su novio y sus amigos se reían y ella no hacía nada. Me resultó muy egoísta e idiota. Ya desde la primera escena cuando ella acepta que él, como es “friki”, cargue con las culpas me pareció una falsa.  Acompañan otros personajes rotos como los padres de Finch, cada uno en sus vidas y mirando hacia otro lado. Cada señal que él enviaba era borrada en el muro de la indiferencia. Vestirse todo el tiempo diferente era una señal de ayuda; desaparecer en la habitación, también. Todo quien padece o lo rotulan como un anormal sufre esta misma soledad y lo digo por experiencia propia.  
Las múltiples señales que Finch envió casi diciendo: salgan a buscarme, eran señales de ayuda, bengalas que se apagaron en la soledad de una cielo demasiado brillante para los demás. Los padres de Violet, también, seres rotos, egoístas que solo pensaban en sí mismos, en salvar a su hija a costa de hundir a otro. Pero nadie se subió al auto para ir a buscarlo. Todos se enojan por la actitud de los padres de Finch como si ellos no fuesen también un poco responsables al haber empujado a su hija a dejar de amarlo cuando ella ya casi tiene 18 años y está por ir a la universidad. Más que padres compresivos me parecieron asfixiantes y rotos, también rotos.


Me sorprendió la cantidad de memes e imágenes con frases al estilo de “positividad”, “sos todos los colores en uno”, donde recogen la historia como una historia de amor, una “historia hermosa” (cito textual) y que te levanta el espíritu. Por otro lado, ¿cómo es posible decir que “es una historia de amor preciosa”? ¿Te gustaría enamorarte de un chico que luego se suicida? ¡Dios me libre! Preferiría no enamorarme nunca más. Más allá de las frases bonitas que te impactan o esas frases que uno marca, la historia de Finch no es “positiva”, es una historia terrible de alguien que se mete en un agujero debajo de una laguna para morir. ¿Qué hay de brillante y hermoso en esto? Además, buscando información, leí que estuvo entre los más vendidos en la lista de libros para niños (Children Book). Si a mí me impactó su lectura, no me imagino el shock de un adolescente que se identificó con el personaje para luego arribar a la conclusión de que si te querés matar, adelante, no hay nada que te retenga en la vida, ni siquiera el amor. ¿Y su cumpleaños encerrado en soledad dentro del armario de ropa? ¿No es mucho? ¿Qué tipo de familia no festeja o recuerda el cumpleaños de unos de los hijos? También leí que les había gustado la historia por ser “realista” como si en la realidad matarse es más real que superar el deseo de morir y si la autora hubiera apelado a salvar a Finch, ya no es una historia realista. En la realidad hay que se pega un tiro y quien tira el arma para seguir viviendo.
         Otro aspecto es lo que resta luego de la lectura. He visto, como mencioné frases del estilo “motivacionales” a partir de un libro que no deja esperanza. Muchas estrellas, imágenes bonitas de arco iris, té en tazas de colores, firmamentos con nubes, ¿no forman parte del mismo sistema social que Finch criticaba? ¿No se entendió o yo entendí mal? Esa manera de vivir sin mirar más que lo positivo, autoengañados. En esto Finch me resultó valiente, al menos él miraba su verdadero rostro, se atrevía a pensar diferente, se atrevía a decir, a hablar, a enfrentar sin barnizar todo con frases bonitas de cliché.
Y luego, pensaba, sobre la experiencia lectora distinta según la cultura. No me refiero a cultura como intelectualidad sino como el espacio donde te criaste, las normas, formas de ver la vida, todos los aspectos particulares. No es lo mismo, quizás, la lectura que pueda hacer un argentino de un norteamericano.  Al argentino quizás se aferre más a lo trágico de la muerte, le resten frases tristes como las del tango. Es una hipótesis pero me pareció interesante de plantearla.
         Por último, los episodios finales que ella vive con intensidad y emotividad son una patada en el trasero. ¿Qué pensará una persona que perdió un ser querido que éste le hubiera hecho pasar por los últimos lugares donde estuvo? Terrible, psíquicamente espantoso. Pero a ella la levanta como a Júpiter y la vuelve a la realidad de una trompada,  madura y se da cuenta que la vida vale la pena, que quiere hacer la revista, ir a la universidad y que la vida es bella. Al final, parece que a los lectores  también les pasa lo mismo ya que llenamos, me incluyo, cuadernos con frases y frases de bellas de Finch. Si para aventarnos a la vida alguien debió morir nos convertimos en unos egoístas incurables. ¿Quién es el anormal en la historia? ¿Finch que se mató o los egoístas que aman la vida cuando ven como otro la pierde?
         Sobre el final, en ciertas partes tuve dudas de si su muerte no había sido un accidente. Quizás Finch iba dejando notas para ser encontrado en esa etapa final de su trabajo escolar que realizaba con Violet. Finch amaba la vida pero miraba la muerte de costado. Era lúcido sobre su estado pero sabía que no tenía mucho tiempo. Pero murió intentando llegar al fondo del pozo de agua. Ya le había pasado que casi no llegó a salir mientras visitó el lugar con Violet. El fondo oscuro, el deseo de tocarlo, fue más fuerte. Pensé en que trataba de sobrellevar su momento oscuro aferrándose a los lugares que quería conocer. Pero luego, la nota final de más de la autora, que bien podría haberlo puesto en su web personal y no en el libro, arruina los múltiples caminos de lectura. Solo nos resta que se suicidó y que sus mensajes para ser encontrado solo eran notas de despedida de un suicida. O bien, eran pedidos de ayuda antes del suicidio pero todos, incluida Violet, siguieron con sus vidas. Violet volvió en menos de un mes a los brazos de su antiguo novio. En esta parte me dieron ganas de pegarle un cachetazo por hipócrita. Ella también le dio la espalda a Finch. Al  cabo antes de que él la salvara en el campanario ella lo veía como friki y hasta salía con un grupo de amigos que hostigaba a Finch y le metían bulling ¿Por qué ella no salió a buscarlo? Porque fue egoísta. Tomó de Finch lo que le servía para superar lo de su hermana, Finch fue su muleta. Hay un desbalance total en su historia de amor. Él ofrece mucho y ella nada. Ella toma y toma pero cuando llega el momento de apoyarlo en su momento de caída ella se vuelve Violet la idiota y sale corriendo a confiar en los adultos rotos: sus padres que no la dejan amar y los padres de Finch que no saben amar.
Volviendo sobre las señales, él dejó muchas, pidió ayuda pero nadie las escuchó. Leí que es habitual en los suicidas pedir ayuda, intentarlo para fracasar y decir: auxilio, se me acaba la vida. Finch tuvo muchos suicidios fallidos. Nadie se preocupó por él parado allí arriba en el campanario. No es verosímil que lo hagas en la escuela y no pase nada. Automáticamente se cita a los padres, al menos en mi país, con una orden judicial si es necesario. Pero volvemos a los adultos rotos, inútiles, que coincido que muchos somos así pero también hay quienes pueden. No por roto la historia se torna más realista. Hay otra vida, la del coraje de quienes se pueden aferrar a ella y siguen viviendo y hasta con momentos de felicidad. Esto también es “realidad” o “real”.
Finch es el verdadero protagonista de la historia y nos muestra cómo la sociedad nos rompe solo para darnos la espalda. Pero a veces, nos hacemos fuertes ahí donde nos habíamos roto, como dice la frase de Hemingway que usó de epígrafe pero que no se observa en la novela. Finch se rompió y se rompió. Los adultos estaban quebrados y siguieron quebrados. Solo Violet se salva y la verdad que me hubiera gustado que ella se arrojara al pozo y se ahogara también. Roto por roto. Hay una imagen que hallé buscando sobre fanart y no se podría haber captado mejor la idea: él se hunde mientras ella se eleva.


         Además, Ultravioleta también puede ser llamada ultraegoísta. Finch está depresivo y es algo que se lo hace a ella; Finch se suicida y se lo hace a ella. Violeta ombligo del mundo y chica popular que cree que alguien tiene una personalidad, emoción o acción tan solo para joderla a ella. Yo he escuchado mucho esto de: “Llueve para joderme el domingo”. Hello, la gente es como es y no es en función de joderte o no joderte. Finch era como era y ya llevaba suficiente sufrimiento. Es muy egocéntrico pensar que si él sufría solo para joderme la vida.

         No es una lectura que recomiendo para quien esté sufriendo porque te barre la esperanza. Tampoco es una lectura infantil. Es una lectura cruda que te hunde en el mismo pozo oscuro donde Finch se ahogó.
La nota de la autora al final cierra diciendo para los futuros suicidas: “Tienes la ayuda al alcance de la mano”. Lástima que esto no lo dijo con la novela. El mensaje de la novela es: “Nadie te ayudará. Estás solo. Matate”. Finch no tuvo la ayuda por eso se mató. ¿No es paradójico mostrar que “tenemos la ayuda” con un libro donde el protagonista muere porque no tuvo ninguna ayuda? ¿Por qué la autora no lo pudo decir en la novela y lo tuvo que decir como nota final con sus palabras?



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